ENFERMEDADES
EN EL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO
LESIONES DE LOS NERVIOS PERIFÉRICOS
Si existe una lesión importante en un nervio periférico,
puede ocasionar daños permanentes que producirían por ejemplo: o Pérdida de
sensibilidad o Pérdida de masa muscular o Disminución de la fuerza muscular Hay
que tener en cuenta que en muchos casos el nervio periférico dañado es capaz de
auto regenerarse, gracias a que las células de Schwann producen factores
estimulantes del crecimiento.
Cuando existe una lesión en un nervio periférico, el
extremo distal del axón se va perdiendo por un proceso fisiopatológico
denominado degeneración walleriana.
DEGENERACIÓN
WALLERIANA: Conlleva la eliminación y el reciclaje de los axones y
de los materiales derivados de la mielina, pero las células de Schwann
permanecen en el lugar de la lesión. Siendo estas las que facilitarán el
proceso de regeneración al producir y liberar al medio sustancias que estimulan
el crecimiento celular. Como característica de esta degeneración Walleriana,
cabe destacar que existe una pérdida de excitabilidad y que los síntomas
aparecen entre los 7-10 días después de la lesión.
Trastornos
en el sistema nervioso central
Enfermedades
cerebrovasculares y afecciones neurológicas
Enfermedades
cerebrovasculares
Abarca todos los problemas donde se ven afectados los vasos sanguíneos
que irrigan al cerebro. La apoplejía es
el trastorno más grave, ya que casi el 30% de las personas muere por esta
enfermedad.
Existen varias causas que
provocan una apoplejía:
- La interrupción del suministro de
sangre al cerebro: esto provoca que las neuronas no reciban el oxígeno y
los nutrientes que necesitan. Al no ocurrir esto, las neuronas se dañan y son
incapaces de comunicarse con las partes del cuerpo a las que benefician,
produciendo la pérdida de funciones temporal o permanente. Esta causa es más
recurrente en adultos mayores.
- La extravasación: esto es, la
salida de la sangre de su conducto normal (vasos sanguíneos) en la superficie
del cerebro o en la parte más profunda de su tejido. Esta salida perturba el
funcionamiento normal del cerebro, ya que comprime e inflama el tejido. Es más
frecuente en la gente joven.
- Formación de un coágulo sanguíneo
o trombo: esto parte por la acumulación de depósitos grasos dentro de las
paredes arteriales, comprimiendo el vaso sanguíneo y estimulando la formación
de un coágulo o trombo. A esto se le denomina
trombosis. En el caso de que un coágulo bloquee una arteria del cerebro se
produce un ataque de apoplejía.
- Por émbolo: en este caso, el
bloqueo de una arteria cerebral, que tiene como resultado una apoplejía, puede
ser causado por un fragmento de material (émbolo) que se ha desplazado por la
corriente sanguínea, instalándose en un vaso. El émbolo puede ser parte de un
coágulo de las arterias arterioscleróticas del cuello o del corazón. El bloqueo
de los vasos diminutos (que son los que llegan a los lugares más profundos del
cerebro) es otra alteración de los vasos sanguíneos, pudiendo conducir a
bloqueos localizados conocidos como ataques lagunares, que tienen como
resultado algún tipo de demencia. Estos bloqueos pueden ser provocados por la
presión sanguínea alta o la diabetes. Otra perturbación, común y conocida, es
la migraña (ver recuadro) que no provoca pérdida de las funciones cerebrales.
Afecciones neuronales
Cuando en el cerebro y la médula espinal se produce por alguna
razón un cambio estructural, bioquímico o eléctrico, aparecen trastornos que
provocan pérdida de sensación, debilidad y descoordinación. Algunas
enfermedades neuronales son:
- La
esclerosis múltiple (EM): es uno de los trastornos
más comunes del sistema nervioso central, que implica episodios repetitivos de
inflamación del tejido nervioso cerebral y espinal. Se desconoce la causa
exacta, pero se cree que deriva de un daño a la vaina de mielina (sustancia
protectora que rodea a las neuronas). Es una enfermedad progresiva, lo que
significa que la lesión se va agravando con el paso del tiempo.
- La epilepsia: es un episodio
de convulsiones o ataques que alteran la función cerebral, produciendo cambios
en el comportamiento. Son causadas por una excitación anormal en las señales
eléctricas del cerebro. Estas pueden provocarse por una situación temporal,
como el consumo de drogas, niveles anormales de sodio o glucosa en la sangre.
En otras ocasiones, los ataques de epilepsia se presentan por una lesión cerebral
(accidente cerebrovascular o traumatismo craneal), por una anomalía hereditaria
o trastornos degenerativos (mal de Alzheimer).
- El mal de Parkinson: es un
daño progresivo, que se presenta por la destrucción gradual de las células
nerviosas de la parte del cerebro que usa el químico llamado dopamina (controla
el movimiento muscular). Esta pérdida de células causa debilidad y rigidez
muscular e interfiere en el habla, el andar y en la realización de tareas
cotidianas.
-
Meningitis: enfermedad caracterizada por la inflamación de las
meninges. Generalmente es de origen infeccioso. Esta enfermedad se confirma con
el estudio del líquido cefalorraquídeo (estudio cito químico y cultivo).
- Trombosis y hemorragia cerebral:
en el primer caso, el mal se produce cuando una arteria es obstruida (tapada)
por un coágulo, quedando toda la zona que debía ser irrigada sin circulación
sanguínea (infarto cerebral), por lo que dicha área muere, ocasionando un daño
neuronal que en casos extremos puede llegar a una hemiplejia -la mitad del
cuerpo se paraliza.
Las hemorragias se producen cuando una arteria se rompe y sangra dentro del
tejido cerebral. También pueden producir parálisis corporal.
- Neuritis: son enfermedades de los
nervios periféricos (fuera del sistema nervioso). La más conocida es la
parálisis facial. Esta se presenta como un dolor intenso que puede producirse
al mascar, hablar, exponerse al frío o tocarse un punto sensible de la cara o
boca. Generalmente, las crisis se repiten con semanas o meses de intervalo y
afectan a personas de edad avanzada.
- Narcolepsia: es un desorden del
sueño originado en disfunciones moleculares del cerebro y marcado por un
incontrolable deseo de dormir durante el día. Los ataques, que consisten en
sueños vívidos y atemorizantes, pueden ocurrir en cualquier momento, aún en
medio de una conversación, y producir una incapacidad temporal de movimiento
antes de despertar. También causa debilidad muscular repentina, llamada
cataplexia.
- Poliomielitis: es un mal viral que
ataca a las células motoras de la médula espinal o del tronco cerebral,
principalmente de los niños, dejando secuelas profundas, a veces irreversibles.
- Demencia: consiste en la pérdida
de las capacidades sicológicas, a causa de lesiones en el tejido nervioso
central y sus arterias (infartos, hemorragias, etc.). Por lo general, ocurre a
personas de más de 65 años.
El 55% de los casos de demencia se deben a la enfermedad de Alzheimer o
demencia senil, en la que el daño cerebral se debe a la producción anormal de
la proteína amiloide. Entre sus síntomas principales están la desorientación,
dificultad para la marcha y alteraciones del lenguaje y memoria.
- Tumores: pueden ser primarios (si
se originan primariamente en el Sistema Nervioso Central) o bien secundarios
(si el origen proviene de un tumor situado en otra parte del cuerpo, pero
afecta por metástasis al cerebro a causa de la transferencia de células
malignas).
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